Interpretar las firmas y la escritura a través de la técnica grafológica puede aportar valiosa información sobre la personalidad del escribiente. Es aconsejable que el experto en firmas y escrituras cuente con abundante material gráfico para una correcta interpretación de los grafismos analizados.
En este post veremos cuáles son los gestos tipo más frecuentes en un texto manuscrito.
ANÁLISIS DE TEXTOS Y FIRMAS
‘Gesto tipo – Torsiones’
Ya vimos en una entrada anterior una breve exposición de los gestos tipo más característicos que se estudian en grafología.
También son denominados idiotismos o particularismos gráficos, entre otras acepciones, según los distintos manuales de consulta actualmente existentes.
Como apuntamos en su día, las torsiones se describen como la forma curva que adoptan ciertos trazos de la escritura, los cuales debería ser rectos, como ocurre generalmente con pies y crestas. Son, en definitiva, la desviación del recorrido natural de un trazo, debido a un movimiento de flexión que modifica su estructura.
Por regla general, las torsiones se interpretan en grafología como signos de sufrimiento, de enfermedad, tanto de tipo físico (problemas orgánicos) como psíquico (angustia, ansiedad, miedo, culpa, nerviosismo, etc.).
En general, denotan una gran falta de vitalidad en el sujeto.
Estos signos de enfermedad en la escritura se estudian dentro del campo de la ‘Grafopatología’, entendida como aquella rama de la grafología cuyo objeto de estudio son las alteraciones que se producen en los grafismos, ya sean estas a causa de perturbaciones de tipo físico o psicológico, como apuntamos anteriormente.
Este gesto tipo suele presentarse con frecuencia en muchas escrituras de niños y adolescentes, debido a los cambios propios en esas edades.
Así mismo, las torsiones pueden presentarse tanto en la zona superior de la escritura, es decir, en las hampas o crestas de aquellas letras que la poseen, tales como: ‘b’, ‘d’, ‘f’, ‘h’, ‘l’, ‘t’, etc., como en la zona inferior de esta, también denominada jambas o pies. Nos referimos a letras como: ‘f’, ‘g’, ’j’, ‘p’, ‘q’, ‘y’.
La letra ‘f’ es la única letra del abecedario que tiene hampa y jamba, pudiendo aparecer las torsiones en ambas zonas al mismo tiempo.
Para que este signo tenga valor interpretativo dentro del análisis de cualquier texto manuscrito, deberá aparecer en una proporción elevada a lo largo del mismo, pues sería muy arriesgado otorgar dicha interpretación a una torsión que se presente de forma aislada.
Siempre consideraremos además, el texto en su conjunto, valorando si hay otros elementos de valor identificador suficiente que también apunten hacia esa misma interpretación grafológica.
Es importante señalar que el grafólogo en modo alguno emitirá diagnóstico acerca de ninguna enfermedad, pues no es médico. Sí podrá colaborar con estos profesionales de la salud para la detección precoz de estos signos, con el fin de contribuir a la prevención y seguimiento de determinados tratamientos.
No está de más mencionar y tener también en cuenta que estos u otros gestos tipo pueden ser objeto de estudio a la hora de interpretar las firmas. En muchos casos podemos encontrar firmas con una gran cantidad de información que viene determinada por estos particularismos gráficos que no pasan desapercibidos a los ojos del experto en escrituras.
Por lo tanto, interpretar las firmas es una tarea minuciosa que requiere una correcta labor de análisis y estudio pormenorizado de todos los elementos que la integran.
En próximas entradas abordaremos con más detalle cómo interpretar las firmas, los gestos tipo que en ellas podemos encontrar así como los tipos de firmas más frecuentes que podemos encontrarnos.
Escritura con proporción elevada de torsiones e irregularidad de tamaños entre unas y otras.
Se observa mayor presencia de ellas en la zona superior de la escritura.
Señalamos las torsiones más llamativas con flechas rojas.
Sandra Calvo Jiménez
Licenciada en Criminología
Máster en Dirección y Gestión de RR.HH
